24/9/07

Lunes 24 de septiembre

Parece que sigue mi buena racha. Ayer tuve una idea genial para deshacerme de la letrina, durante los últimos días me he dedicado a buscar cajas grandes en los contenedores de papel y cartón, en cuanto tuve bastantes las desmonte y envolví con ellas la letrina dándole la forma de una caja gigante, me asegure de dejar bien a la vista las partes que llevaban la inscripción “Frágil”. Con la inestimable ayuda de mi amigo y su furgoneta buscamos un camión aparcado y dejamos la caja a su lado como si al entregar la carga se hubieran dejado un paquete y nos pusimos a observar. En menos de cinco minutos ya se la estaban llevando.
Esta tarde entre que salía de mi trabajo de las mañanas y me iba al de las tardes me he pasado por una tienda de electrodomésticos a preguntar por una nevera y una lavadora baratas y me han dejado las de exposición tiradas de precio por que tienen un par de abolladuras.
La nevera sobre todo me ha venido genial por que llevaba tiempo queriendo invitar a cenar a casa a una compañera del burguer que me gusta.

4 comentarios:

Jhaysarich dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jhaysarich dijo...

Los días en la carcel se hacen muy pesados, y el tener hambre las 24 horas del día no ayuda. Empiezo a mirar con recelo la vida de las ratas de mi celda, comen de aquí..comen de allí comen de alla...y lo máximo que les puede pasar es llevarse un escobazo...y si las pillas. Se me hace eterno llegar a la hora de la comida... y cuando llega siempe me es escasa...tengo que buscar la forma de salir de aquí...mi compañero de celda me empieza a parecer un bocadito de magro con tomate que mmmm...

Anónimo dijo...

Compañero emancipado... solo puedo felicitarte, por tu lucha por la libertad, me alegra ver que unas pequeñas minucias no te hacen abandonar, eres un ejemplo para todos nosotros.
Espero que tengas mucha suerte con esa nueva compañera de trabajo, acuerdate de poner unas velas.. eso siempre keda bonito, y ayuda a disimular el poco desorden.

Anónimo dijo...

Es curioso, parece que los vecinos han desaparecido de la escalera. Ya no sabía que era dormir del tirón por la noche. Casi echo de menos los ruidos, porrazos y olores nauseabundos del día a día. ¿Volverán?